LA ESTRATEGIA R-S-R
PROCEDIMIENTO: Ésta es una técnica altamente estructurada,
particularmente útil en casos de desacuerdos y disgustos duraderos. Hay tres
pasos: resentimiento, solicitud y reconocimiento (R-S-R).
1.Resentimiento. Cada parte dice lo que le disgusta del otro
y señala todo lo que le ha hecho para causar el resentimiento.
2.Solicitud. Cada parte le dice al otro qué hacer para
resolver el problema.
3.Reconocimiento. Ambas partes negocian qué peticiones
estarían dispuestas a cumplir. Finalmente, la sesión termina con cada parte
declarando qué
cualidades le gustan o encuentran admirables en el otro.
Como puede darse cuenta, la estrategia R-S-R- es una tarea
difícil. Requiere tiempo y un mediador firme que pueda mantener bajo control
toda la emoción expuesta. Es muy útil para aclarar las cosas cuando dos
estudiantes tienen mucho resentimiento entre sí. Sin embargo, está más allá de
las capacidades de algunos estudiantes, así que usted tendrá que usar su juicio
y discreción para definir cuando usarla.
EJEMPLO: Durante un juego de baloncesto de los grupos de sexto
grado, Dana hizo un comentario peyorativo sobre la madre de Emilse y empezó una
pelea entre ellas. Las dos niñas frecuentemente estaban en conflicto, tanto en
clase como afuera. Piedad A., cansada de la disputa constante, decidió usar la
estrategia R-S-R. Un día, citó a las niñas a una reunión después de la escuela
y les explicó el procedimiento que usarían. Les aclaró muy bien que cada una
tendría su turno y que seguirían de manera estricta el procedimiento R-S-R.
Dana dijo que no le gustaban los comentarios que Emilse hacía
sobre su falta de estatura y de habilidades para jugar baloncesto. También
resentía los malos comentarios que Emilse hacía frecuentemente en clase. Emilse
dijo que no le gustaban los comentarios sobre su madre, el hecho de que Dana
siempre estropeaba los juegos de baloncesto y la manera en que Dana siempre se
hacía la desentendida.
PA: ¿Qué quieres decir?
E: Usted sabe. Ella piensa que es más inteligente y mejor en todo.
D: Yo no lo creo!
PA: Esperen - simplemente estamos hablando sobre lo
que no le gusta a cada una de ustedes; no perdamos el tiempo negando cosas.
¿algo más que les disguste? Bien, empecemos con las solicitudes.
E: Quiero que ella se disculpe por lo que dijo sobre mi madre.
PA: ¿Algo más?
E: Que deje de actuar tan presumida.
PA: ¿Cómo?
E: Pues..... que deje de decirle a todos cuánto costó su ropa y
qué notas obtuvo y cosas así.
PA: ¿Algo más?
E: No.
PA: ¿Y tú qué, Dana?
D: No me gusta cuando las personas me molestan. Ella no debe decir
nada porque yo sea bajita.
PA: ¿Eso es todo?
D: Si ella cree que yo daño los juegos, debe enseñarme a jugar
mejor.
PA: ¿Qué estarías de acuerdo a hacer, Emilse?
E: ¡No voy a enseñarle nada!
PA: Entonces, ¿Qué harás?
E: Pues, dejaré de molestarla por los juegos y por ser bajita.
Ella no tiene la culpa.
D: ¿lo prometes?
E: Sí, lo prometo. ¿Qué harás tu?
D: Siento lo que dije sobre tu madre. Yo no creo que sea
presumida, pero intentaré no serlo.
PA: ¿Hay algo que le guste a cada una de la otra? ¿Emilse?
E: Tu eres inteligente. Y aunque no eres buena en los deportes,
sigues intentándolo. Yo creo que eso es bueno.
D: Tu eres muy buena en los deportes. Y, a veces, dices cosas que
me hacen reír.
Dana y Emilse nunca se hicieron buenas amigas, pero su disputa se
detuvo y el ambiente del aula mejoró. Ésta es otra situación en la cual el
cumplir estrictamente las reglas de la técnica les permitió a los participantes
ventilar sus desacuerdos y sentirse seguros haciéndolo. Note que Piedad mantuvo
en movimiento el proceso y no permitió declaraciones vagas. Al mantenerlo todo
en un tono casual (sereno y despreocupado), ella les dio a las niñas algo
concreto para trabajar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario