La analogía con la tortuga, que se repliega dentro de su caparazón cuando se siente amenazada, se utiliza para comparar al niño que siente que no puede controlar sus impulsos y emociones ante ciertos estímulos. Cuando el niño se siente así, se recoge dentro de su caparazón, donde se siente seguro, y allí, permanece hasta que se tranquiliza.
¿CÓMO APLICARLA?
1º.-Presentamos el cuento de la tortuga.
2º.-Enseñamos técnicas de relajación muscular (ver en el blog técnicas de relajación y respiración)
3º.- Una vez que aprendan a relajarse hay que guiarles y enseñarle técnicas de resolución de conflictos.
Es importante usar reforzadores positivos cada vez que el alumno sea capaz de solucionar un conflicto usando de forma adecuada esta técnica.
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